Miles de estudiantes se manifestaron hace unos días en Londres contra el aumento del precio de la matrícula en la enseñanza superior; en nuestro país, las organizaciones y sindicatos estudiantiles aguardan con recelo el informe de la comisión de financiación.Hasta este año, los estudios superiores de los universitarios ingleses han estado subvencionados por el Estado; a partir de ahora, las tasas de matriculación oscilarán entre cero y 3.000 libras (4.500 euros). Esta decisión del Gobierno laborista provocó que Londres se convirtiera hace unos días en un hervidero en el que miles de jóvenes protestaron contra la subida del precio de la matrícula.
La polémica está servida, entre otras razones, porque muchos estudiantes se verán obligados a renunciar a su independencia, descartar titulaciones universitarias o endeudarse con préstamos estudiantiles. Incluso la propia Unión Nacional de Estudiantes ha levantado ya la voz de alarma. Su presidenta, Gemma Tumelty, advierte de que «estas matrículas desanimarán a un número elevado de alumnos, gente con la habilidad y la aspiración de ir a la universidad pero que no pueden pagar».
En España el precio del crédito universitario tampoco ha dejado indiferente a nadie. En los últimos 10 años, se ha pasado de una horquilla media de entre 6,43 y 9,7 euros en 1996-97, a 9,1 y 13,7, en 2006-07. Sin embargo, los precios más altos se observan en los títulos de posgrado. Los recién inaugurados máster públicos oficiales se han convertido en un objetivo inalcanzable para muchos titulados, debido a que el precio de matriculación fluctúa entre los 13 y los 28 euros. Esta cuantía fue fijada antes del verano por el Consejo de Coordinación Universitaria (CCU), quien añadió: «Cada comunidad autónoma podrá modificar excepcionalmente el límite superior de esa horquilla hasta un máximo equivalente al 30% del coste».
El aumento ha llevado al sector estudiantil a tomar medidas, sobre todo, ante la falta de una política fuerte de becas que garantice la igualdad de oportunidades.
«Los precios de matrículas han de congelarse y homogeneizarse para favorecer la igualdad», afirma la presidenta de la Confederación Estatal de Asociaciones de Estudiantes CANAE, Ainhoa Zamora. «En muchas comunidades autónomas, la excelencia prima sobre las razones socio-económicas para obtener una beca. Eso genera que el acceso a la Universidad no sea universal». Una postura que también comparte el secretario general del Sindicato de Estudiantes, Juanjo López, quien sostiene que los precios impuestos en los máster oficiales «no son en absoluto públicos. Están fuera del alcance de muchas familias, lo que obligará a los alumnos a hipotecar su futuro -comenta-. La Universidad será de unos pocos privilegiados».
Hasta el momento, las 2.000 becas para estudiantes de renta reducida, ofertadas por el Ministerio de Educación y Ciencia para los alumnos de máster oficiales, resultan «insuficientes», destaca Zamora. No obstante, nada se sabe de los préstamos-renta -promesa electoral de Rodríguez Zapatero- que esbozó la anterior titular de Educación, María Jesús San Segundo, y han sido frenados en seco por la actual ministra, Mercedes Cabrera; la decisión no ha gustado a los universitarios.
«El PSOE debería cumplir sus promesas», lanza a modo de reproche Juanjo López. «Si miramos a Europa, también deberíamos darnos cuenta de que allí hay un 40% de alumnos becados, mientras en España no superamos ni el 15%».
A la espera de que la Comisión de Financiación del Consejo de Coordinación Universitaria (CCU) haga público el próximo mes de diciembre el modelo de financiación de la enseñanza superior española, CANAE adelanta que si la situación sigue así, optarán por el diálogo, pero, «si no surte efecto, pensaremos en movilizar a los alumnos», apunta Ainhoa Zamora. Mientras tanto el Sindicato de Estudiantes prepara ya sus primeras movilizaciones. El próximo 16 de noviembre, las principales ciudades europeas vivirán una jornada de movilizaciones contra el Proceso de Bolonia. Miles de estudiantes universitarios están convocados en Reino Unido -punta de lanza de la cita-, Italia, Grecia, Francia y España para salir a la calle y mostrar su desacuerdo y rechazo con la Universidad que pretende instaurar el Espacio Europeo de Educación Superior.
En nuestro país, está previsto que en esa misma fecha se desarrolle un día de asambleas, concentraciones, paros y movilizaciones en la comunidad universitaria. En Madrid, por ejemplo, una manifestación recorrerá las principales calles de la capital desde la céntrica Plaza de Colón hasta el Ministerio de Educación y Ciencia, situado en la calle de Alcalá.
Organizada por el Sindicato de Estudiantes y la Asamblea Contra la Mercantilización de la Universidad (ACME), el objetivo de la marcha se centrará en «informar y explicar a profesores, alumnos y sociedad en general, el contenido de los ataques que se están llevando a cabo en el marco de la convergencia europea, donde se pretende acabar con el derecho de que la enseñanza superior sea para todos», denuncia el secretario general del Sindicato de Estudiantes, Juanjo López. «Con este modelo lo único que se conseguirá será expulsar a las familias obreras de la Universidad», sentencia López.
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