En el recién terminado [año] 2006 se han llevado a cabo numerosas protestas por parte de los estudiantes universitarios en todo el mundo, en el intento de frenar las reformas neoliberales que amenazan al sector de la Educación. Estas reformas estructurales están poniendo en peligro el acceso a la Educación de millones de personas puesto que, en caso de llegar a aplicarse, supondrán la entrada del sector privado en las enseñanzas Universitarias de grado Superior, con la consecuente elitización de las mismas.
Que este tipo de cambios en la Educación afecte a la gran mayoría de la población mundial no es casualidad, pues tienen su origen en la entrada en vigor del Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios en 1995, marco jurídico internacional para llevar a cabo el comercio de los servicios. Con este acuerdo se otorga al proceso de liberalización y privatización de los servicios un marco institucional, con compromisos formales que se aplican a todos los países de la OMC y a los que se subordinan las políticas nacionales y tratados internacionales existentes, sin fijar límites a la extensión y duración del proceso, hasta alcanzar la liberalización total, estableciendo unas normas que lo hacen irreversible en la práctica.
Este fue el pistoletazo de salida para acabar con los servicios públicos en todo el mundo, comenzando con la desestructuración del denominado “Estado de bienestar”. En el sector de la Educación han sido numerosas las normativas tanto internacionales como estatales que dan los pasos hacia la privatización de la misma. En el caso del continente europeo, estas reformas se han englobado en el marco de lo que se ha venido denominando “Proceso de Bolonia”, que surgió a raíz de la celebración de una serie de Conferencias Internacionales en las que participaron ministros de Educación la gran parte de Estado europeos. La declaración más importante fue la de Bolonia, en la cual sin especificar mucho, se comenzaron a institucionalizar las reformas. A partir de ahí se fue llevando a cabo la modificación de las legislaciones estatales, necesarias para lograr la liberalización de este sector.
Sin embargo, ante la progresiva aprobación de normas estatales, gran parte de los estudiantes universitarios europeos no se han quedado de brazos cruzados, tomando las Facultades Universitarias y saliendo a las calles con la intención de defender la Universidad pública y paralizar la aprobación de leyes estatales que aplican los acuerdos de Bolonia. Asimismo, se han ido dotando de medios de coordinación para hacer frente a este proceso. En Diciembre de 2005 se llevó a cabo un Encuentro Europeo en Madrid, con el fin de coordinar las luchas a nivel europeo, y fijar fechas de movilización. Este Encuentro se repitió en Bakaiku (Euskal Herria), en Abril del 2006, dando lugar a la aprobación de la Declaración de Bakaiku, que establece el modelo de Universidad que los estudiantes reunidos reclaman. El último Encuentro de este tipo se produjo en Octubre en París, dando cierta continuidad a estos Encuentros, a los que han acudido estudiantes de toda Europa.
Sin embargo, las movilizaciones no han alcanzado el mismo nivel en toda Europa. Entre finales del 2005 y comienzos del 2006 en Italia los estudiantes demostraron gran fuerza, pues lograron tener ocupadas una gran cantidad de Facultades Universitarias, y miles de personas se manifestaron. El momento más álgido de las protestas se alcanzó poco tiempo antes de las elecciones a presidente de la República.
Asimismo, en Grecia a lo largo del 2006 las movilizaciones fueron adquiriendo gran importancia y radicalización ante la intención del Gobierno heleno de aprobar una ley que reformaba totalmente el sistema de Educación Superior. Llegó a haber manifestaciones de más de 50.000 personas en Atenas y en Tesalónica; se ocuparon 407 de las 456 Facultades Universitarias a lo largo de Junio; se lograron parar las clases en numerosas ocasiones, etc. La insistencia de la comunidad universitaria griega (en las movilizaciones participaron profesores y administrativos, además de estudiantes) hizo que el Gobierno tuviera que echar para atrás la aprobación de la Reforma Universitaria. A día de hoy, el Gobierno todavía no ha podido aprobarla, puesto que no se ha bajado la guardia.
En el caso del Estado Español a lo largo de este 2006 las movilizaciones en contra del proceso de Bolonia han ido adquiriendo mayor envergadura. En Euskal Herria, a través de la organización Ikasle Abertzaleak, se han llevado a cabo diferentes actos de protesta entre los que cabe destacar 1 huelga y varias manifestaciones. En Madrid, a través de la Asamblea en Contra de la Mercantilización de la Educación (ACME) y de la Asamblea de estudiantes de la Universidad Autónoma, han tenido lugar 1 huelga universitaria y dos manifestaciones a las que han acudido más de 5.000 personas. En Barcelona las protestas han sido encabezadas por la PMDUP (Plataforma Movilizadora en Defensa de la Universidad Pública), que aglutina al Sindicat de Estudiants dels Paisos Catalans (SEPC), a AEP (Asociación de Estudiantes Progresistas) y a numerosas Asambleas de base. Han logrado paralizar las Universidades en gran medida el día de huelga Europea y convocaron una gran manifestación a la que acudieron unas 10.000 personas. Además, en diferentes puntos del Estado como Sevilla, Asturias o Girona ha habido también movilizaciones.
En el resto del continente europeo también se han desarrollado protestas, aunque no han alcanzado gran envergadura, salvo en casos aislados.
No obstante, cabe destacar que las protestas en contra del proceso de liberalización de la Educación han ido más allá de las fronteras europeas, y han cobrado gran repercusión en Estados como Colombia y Chile.
En Colombia han sido varias las jornadas de movilización a través de las cuales muchísimos estudiantes han protestado en contra de las políticas educativas llevadas a cabo por el Gobierno de [Alvaro] Uribe, siendo la represión a la que se han enfrentado durísima.
En el caso de Chile se puede decir que ha sido el lugar donde las protestas han adquirido una mayor radicalización y fuerza, pues aglutinaban tanto a Universidades como a Institutos, y mostraban al hartazgo de la población por la Educación que reciben los más pobres. En el Estado chileno, tras el criminal golpe de Estado dado por el recién fallecido [Augusto] Pinochet y apoyado por el Gobierno norteamericano, se impusieron políticas neoliberales que hasta ese momento solo estaban sobre el papel. Se procedió a la privatización de todo el sector público, incluida la Educación. Tras 16 años de “democracia”, la Educación en Chile sigue mayoritariamente en manos del sector privado, y la población se hartó. Resultado de ello, se produjeron numerosos paros generales, masivas manifestaciones que solían derivar en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, numerosas detenciones (hasta 373 en un mismo día) y cientos de heridos. Estas movilizaciones lograron poner en apuros a la presidenta [Michelle] Bachelet, y sirvieron para que la población chilena logrará poner en entredicho las bases del sistema. Cabe destacar que a las movilizaciones se unieron personas de todas las edades, que focalizaron en esta lucha la rabia que llevan dentro tras años de políticas neoliberales. En la actualidad las movilizaciones prosiguen, al igual que la represión feroz del Estado. Sin duda alguna, la Educación seguirá siendo uno de los temas de actualidad en la sociedad chilena en los próximos meses.
La Educación es una de las principales necesidades de cualquier ser humano y, por ello, han sido muchos los estudiantes de todo el mundo que se vienen movilizando y protestando por la aplicación de políticas liberales que conducen a la privatización, encubierta en algunos casos y descarada en otros, del sector de la Educación. Seguro que en los próximos meses se vendrán repitiendo escenas de lucha a lo largo de todo el planeta, pues la guerra por la defensa de la Educación parece que no ha hecho más que comenzar.
Andrés García Berrio [Asociación Universitaria Carlos Marx]
sábado, janeiro 20, 2007
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